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Investigadores presentan plan para «inteligencia organoide» y «biocomputadora»

31/12/2023

Un nuevo horizonte: la «inteligencia organoide» y la «biocomputadora»

Científicos de la prestigiosa Universidad Johns Hopkins han presentado su propuesta de creación para una «inteligencia organoide». Este innovador equipo tecnológico se encuentra en el desarrollo de una «biocomputadora», la cual estará alimentada por células cerebrales humanas. Esta nueva tecnología, se espera, pueda expandir exponencialmente las capacidades de la informática actual y abrir la puerta a campos de estudio completamente nuevos.

El relevante estudio se publicó en la revista Frontiers in Science.

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La emergencia de la biocomputación

Thomas Hartung, destacado profesor de ciencias de la salud ambiental en la Escuela de Salud Pública Bloomberg y la Escuela de Ingeniería Whiting de Johns Hopkins, tiene la responsabilidad de liderar este audaz proyecto.

«La informática y la inteligencia artificial han estado a la vanguardia de la revolución tecnológica, aunque están acercándose a su clímax», fue lo que confirmó Hartung. «La biocomputación es un esfuerzo notable para condensar el poder informático y escalar su eficiencia y superar nuestros techos tecnológicos en la actualidad.»

Por alrededor de dos décadas, se han utilizado pequeños organoides, tejidos cultivados en laboratorio que imitan a órganos en pleno desarrollo, a fin de experimentar con riñones, pulmones y otros órganos sin la necesidad de la participación de pruebas en humanos o animales. Es en este escenario que Hartung y sus colaboradores de Johns Hopkins han estado trabajando con organoides cerebrales, pequeñas esferas del tamaño de la punta de un bolígrafo con neuronas y otras características, las cuales prometen soportar funciones básicas como el aprendizaje y la memoria.

«Esto nos da la posibilidad de explorar cómo opera el cerebro humano», afirmó Hartung. «Ya que nos permite manipular el sistema, hacer cosas que éticamente son inviables con cerebros humanos.»

Fabricando una computadora futurista con organoides cerebrales

Para Hartung, estas computadoras basadas en este “hardware biológico» podrían empezar a mitigar las demandas de consumo energético de la supercomputación, las cuales se están tornando cada vez más insostenibles. A pesar de que las computadoras pueden realizar cálculos que implican números y datos más rápidamente que los humanos, los cerebros superan con creces a estos dispositivos al tomar decisiones lógicas complicadas, como por ejemplo, diferenciar a un perro de un gato.

Las amplias aplicaciones de la inteligencia organoide

Además, la inteligencia organoide también podría transformar la investigación en pruebas de fármacos para los trastornos del neurodesarrollo y la neurodegeneración.

Lena Smirnova, profesora asistente de ingeniería y salud ambiental de Johns Hopkins, y también co-líder de estas investigaciones, explicó al respecto: «Queremos comparar los organoides cerebrales de donantes con un desarrollo típico frente a los organoides cerebrales de donantes con autismo. Las herramientas que estamos desarrollando hacia la biocomputación son las mismas que nos permitirán entender los cambios en las redes neuronales específicas del autismo, sin tener que utilizar animales ni recurrir a pacientes, de modo que podamos comprender los mecanismos subyacentes de por qué los pacientes experimentan estos problemas y deficiencias cognitivas».

Para analizar las implicaciones éticas de trabajar con la inteligencia organoide, el equipo de investigación ha integrado a un consorcio diverso de científicos, especialistas en bioética y miembros de la sociedad en general.

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