La inteligencia artificial se está volviendo cada vez más parte de nuestro día a día. Diversos sectores, desde la construcción y la fabricación hasta el cuidado de la salud, están aprovechando la IA para optimizar sus operaciones. El mundo publicitario también está comenzando a incorporar esta tecnología para mejorar la toma de decisiones y las estrategias de marketing.
No obstante, el carácter polémico de la aplicación de IA en marketing y publicidad puede dar lugar a reticencias en algunas empresas frente a la implementación de esta tecnología. Hay ciertos cuestionamientos que son válidos y que pueden influir en el futuro de su adopción.
El papel transformador de la IA en la publicidad
El auge del uso de la inteligencia artificial ha dotado a la industria de la publicidad de una serie de herramientas muy efectivas que pueden utilizarse para impulsar las campañas de marketing. Existen varias soluciones que permiten a la IA facilitar la organización del flujo de trabajo e incluso automatizar tareas específicas para asegurar un mejor rendimiento de las campañas publicitarias.
Los sistemas de inteligencia artificial son especialmente eficientes en la recopilación y procesamiento de datos del consumidor. Son capaces de rastrear las tendencias y patrones de respuesta ante determinados estímulos de marketing, y a partir de ahí, generar recomendaciones para optimizar las campañas.
Asimismo, las herramientas de IA pueden utilizarse en el diseño y desarrollo de productos y anuncios. La IA tiene la capacidad de generar atractivos diseños, mientras que los programas de redacción publicitaria pueden ayudar en la creación de guiones y textos para publicidad.
A medida que la tecnología de inteligencia artificial se vuelve más sofisticada, continuarán surgiendo nuevas aplicaciones en el ámbito publicitario. Sin embargo, la controversia alrededor del uso de la IA en este campo genera ciertas dudas acerca de su aceptabilidad.
Inteligencia artificial y la sustitución de empleos humanos
Una de las polémicas más destacadas en torno a la adopción de herramientas de IA es el temor a que estas puedan reemplazar a los humanos en ciertas profesiones. Este temor es totalmente entendible, aunque quizás no tan alarmante como parece en un primer momento. Algunas investigaciones han demostrado que, aunque la IA ha eliminado alrededor de 1,7 millones de empleos desde principios de este siglo, se proyecta que pueda generar hasta 97 millones más de aquí a 2025.
En efecto, la IA y la robótica están asumiendo cada vez más tareas repetitivas de los trabajadores humanos, pero a su vez, están surgiendo nuevas demandas laborales más especializadas que la IA no puede cubrir. Algunas de estas nuevas funciones implican el mantenimiento y administración de estas herramientas, tareas que requieren de la intervención humana.
Con el creciente enfoque en digitalización de la publicidad, las herramientas de inteligencia artificial se están volviendo cada vez más indispensables. Sin embargo, las estrategias de marketing siempre necesitarán un componente humano. Como los costos de publicidad en las redes sociales están aumentando de $450 a $6,000 al mes,las herramientas de IA pueden apoyar a los agentes publicitarios en la gestión de gastos.
Cuestionamientos sobre la confiabilidad de la IA
Otra de las grandes controversias acerca de las máquinas inteligentes tiene que ver con su fiabilidad. A pesar de que la IA maneja datos más eficientemente que otros programas informáticos, muchas personas muestran escepticismo frente a la aceptación de resultados proporcionados por ella.
Un estudio del Foro Económico Mundial encontró que de 17,000 personas encuestadas, solamente la mitad creía que las empresas que utilisaban IA ampliamente eran tan confiables como aquellas que no dependían mucho de esta tecnología.
La construcción de confianza con los clientes es esencial en la industria de la publicidad. Por lo tanto, es recomendable utilizar la IA con criterio y moderación. Depender excesivamente de ella podría provocar el alejamiento de los clientes potenciales.
Las previsiones de la IA pueden ser equivocadas
Si bien las previsiones y estimaciones de la IA suelen tener un alto grado de precisión, también pueden ser incorrectas. Varios elementos pueden influir en las ecuaciones de la IA.
Los datos erróneos o el sesgo de programación pueden distorsionar los resultados del análisis. Por eso, confiar en exceso en las herramientas de IA para definir una estrategia puede llevar al fracaso de las campañas. Debe haber un correcto equilibrio entre la experiencia humana en marketing y el uso de la IA para asegurar que la información sea precisa y los resultados confiables.
Sesgo en la inteligencia artificial
A pesar de la creencia generalizada de que la inteligencia artificial está exenta de prejuicios y discriminaciones, la realidad es más compleja. La IA se destaca en la recolección y el procesamiento de datos, los cuales son definidos por su propia programación. Si los parámetros de la programación están inclinados hacia ciertos tipos de información, los resultados obtenidos podrían no ser una reflejo exacto de la realidad.
Los datos son claves en la publicidad. Las empresas anunciantes deben obtener la información correcta para crear una estrategia a la que el público objetivo sea receptivo. Por lo tanto, es esencial combinar la experiencia humana en marketing con las herramientas de IA.
IA y la creatividad
Una de las controversias más recientes en torno a la IA tiene que ver con la originalidad y la creatividad. Nuevos programas de IA como ChatGPT y MidJourney han generado debate sobre si el arte y los textos generados por IA pueden considerarse obras creativas y originales. Esto ha suscitado discusiones sobre la autenticidad del arte generado por IA.
Esto se debe a la forma en que funcionan estos programas. Las herramientas de IA necesitan grandes conjuntos de datos para realizar sus tareas, por lo tanto, imitan estilos artísticos y de escritura existentes en línea y analizan estas obras. Algunas veces, copian los estilos de tal manera que los artistas pueden identificar cuáles de sus obras se utilizaron como referencia.
Esta situación ha desencadenado conflictos legales, con artistas que presentan demandas contra los creadores de estos programas, alegando infracciones de los derechos de autor. Esto puede representar un grave problema para las empresas de publicidad que utilizan este tipo de programas para generar contenidos.
Por lo tanto, si bien estas herramientas pueden servir como fuente de inspiración para los diseñadores, no deberían ser la única fuente empleada para generar arte para la publicidad. Sobrerrecargar el uso de programas generadores de arte podría derivar en problemas legales con los artistas.
Las herramientas de IA como apoyo al factor humano
La incorporación de herramientas de inteligencia artificial en la publicidad será cada vez más común en el futuro. Sin embargo, la naturaleza polémica de su uso puede servir como advertencia de que no se debe confiar ciegamente en ellas. La colaboración entre humanos y robots será el futuro de la publicidad, pero debe realizarse con precaución y responsabilidad.
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